Frente a la crisis de Nicaragua
Las asociaciones y personas suizas, activas desde hace casi cuatro décadas en la solidaridad con el pueblo nicaragüense, siguen con inquietud la difícil situación actual. Y ratifican la decisión de continuar sus actividades de solidaridad con las organizaciones de base comprometidas activamente en mejorar las condiciones socio-económica-culturales de la población más humilde de Nicaragua.
Los hechos extremadamente violentos acaecidos en ese país centroamericanos a partir del 18 de abril – y que continúan todavía hoy- con un saldo de más de 40 muertos reconocidos por fuentes seguras, preocupan profundamente al movimiento suizo de solidaridad con Nicaragua.
Profundamente asombrados en un primer momento ante esta situación, continuamos hoy sin encontrar explicaciones ciertas ante la amplificación del ciclo desbordante de violencia, teniendo en cuenta que el sandinismo siempre se caracterizó por su capacidad para resolver crisis en momentos muy complejos.
Fue el proyecto de ajuste del sistema de seguridad social que se convirtió en el detonante y que produjo la movilización inicial de jubilados y estudiantes y luego de una parte de la población al lado de los manifestantes. La situación de estas últimas cuatro semanas está a la base de algunas reflexiones que hemos intercambiado durante una reunión nacional de la solidaridad suiza realizada el lunes 14 de mayo en la ciudad de Bienne.
Para nosotros, es inadmisible que después de casi un mes de crisis, el Gobierno de Nicaragua no haya comunicado la lista oficial de personas muertas durante los hechos, ni haya explicado como se sucedieron los mismos, y sobre todo, no haya asumido la parte de responsabilidad de sus fuerzas de policía, ni haya comunicado sus excusas a las familias de las víctimas -resultado de las represión policial, de la acción de francotiradores, o de la violencia de las dos partes durante los disturbios en diversas ciudades.
El Gobierno de Nicaragua, en tanto que administrador del Estado, tiene la responsabilidad del mantenimiento de la seguridad y del orden público en el país. Y debe reconocer hoy su responsabilidad en estos hechos dolorosos, sea como resultado de una falta de control sobre la policía; por no haber dado una respuesta a la altura de las exigencias luego de los primeros hechos; o por haber dejado actuar a la Juventud Sandinista, algunos de cuyos grupos atacaron a los primeros manifestantes espontáneos, provocando así la escalada de violencia, hasta hoy descontrolada.
Posteriormente, la situación ha sido explotada por sectores organizados que provocan el caos en todo el país: ataques contra civiles, saqueos de comercios, barricadas, incendios de edificios públicos etc.
Somos conscientes que hoy se da una guerra mediática con versiones y rumores descontrolados que se esparcen en las redes sociales alimentando la confusión y las dudas sobre los responsables de los acontecimientos. A pesar de esta situación mediática, pensamos que los hechos acaecidos son lo suficientemente graves como para decir que hay y habrá un antes y un después de abril 2018 en Nicaragua.
Saludamos la convocatoria a un Diálogo Nacional, iniciado el 16 de mayo. Dada la compleja situación del país que continúa vigente – y en la cual la violencia no ha podido ser controlada- estamos convencidos que no existe otra salida posible que la negociación entre todos los actores sociales, políticos, sindicales y religiosos.
Saludamos también la conformación de una Comisión de Investigación compuesta por cinco personalidades nacionales. Su acción podrá ser evaluada como positiva si logra investigar rápidamente los hechos de violencia; si logra esclarecer las responsabilidades concernientes a los muertos y heridos; si propone medidas jurídicas para sancionar los responsables; y si promueve medidas de reparación moral y financiera para las víctimas y sus familias. En tanto que organizaciones de solidaridad, estamos conscientes que en toda América Latina, luego de diez años de gobiernos democráticos en muchos de sus países con logros sociales importantes, las fuerzas reaccionarias intentan recuperar espacios políticos y de poder. Esas fuerzas reaccionarias tienen sed de revancha e intentan desplegar todos los medios posibles para destruir las conquistas y los procesos sociales, sin dudar incluso de utilizar métodos de violencia organizada para sembrar el
caos y promover la desestabilización.
Estamos también conscientes que un debilitamiento del Gobierno y del Estado nicaragüense, como consecuencia de la reducción del espacio democrático y de la violencia, no hará más que favorecer esta ofensiva de la derecha, debilitando los argumentos políticos esenciales de las fuerzas progresistas a favor del proceso de transformación en marcha en Nicaragua desde 2007.
Constatamos también que aquellos opositores de hoy que se auto definen de izquierda, no se posicionan claramente con respecto a los intentos de la derecha y del imperialismo para imponer su lógica reaccionaria en la actual dinámica del país centroamericano.
Queremos también ratificar que en estos momentos difíciles que atraviesa Nicaragua, en tanto que actores y promotores de solidaridad, estamos firmemente decididos a continuar con nuestro apoyo a nuestras contrapartes de Nicaragua. Lo haremos con la misma energía que nos motiva desde hace casi 40 años. Continuaremos nuestro apoyo a los movimientos y actores progresistas, comprometidos, a partir de la Revolución Sandinista de 1979, en la construcción de cambios profundos y de mejoras socio-económico-culturales en favor de los sectores más humildes de ese pueblo heroico.
Bienne, 18 de mayo de 2018
Movimiento de Solidaridad Suiza con Nicaragua, incluyendo organizaciones, asociaciones y hermanamientos, así como militantes, de diversas ciudades, en particular, Bienne, Ginebra, Delemont, Zúrich, Lausana, Berna, Friburgo, Aigle y Bellinzona.
Fuente:
Situación en Nicaragua : Comunicado de la solidaridad suiza. (18 de Mayo de 2018)
http://www.radiolaprimerisima.com/blogs/1880/