Cortar y dosificar información, distorsionar las circunstancias, falsificar los hechos y adulterar la verdad atrofia la percepción de la realidad de cualquier ciudadano, sea o no instruido
Desde que se atisbó la posibilidad real de construir el Canal que demanda la misma geografía de Nicaragua, además de la historia, políticos que no han logrado dar una con sus desoladas banderas, intentaron frenar la caída en picada de su fracaso, recurriendo al más descarado oportunismo: satanizar el proyecto.
Al no cosechar muchedumbres por falta de liderazgo, propuestas y claro sentido histórico, se las han arreglado para intervenir en una parte del campesinado ubicado en la ruta canalera, para pescar en aguas ajenas, además de querer revolver sistemáticamente el río y tratar de entorpecer el desarrollo de la nación.
Como no les dieron resultados sus pancartas de Estado de Derecho, que nunca lo respetaron; institucionalidad democrática que tampoco –cuando estuvieron en las mieles del poder– nunca se preocuparon siquiera en saber qué era “eso”, entonces vieron un gran filón con el tema del interoceánico.
Lo que desde los inicios ya se sabía, la evidente participación del MRS y oenegés de esa factura, instigando a los campesinos para contar al fin con una importante colectividad, fue cuestionada por un miembro de la Conferencia Episcopal, monseñor Sócrates René Sándigo.
El Obispo de la Diócesis de Chontales y Río San Juan expuso con claridad: “El MRS siempre ha estado presente ahí, manipulando a nuestros campesinos y organizaciones no gubernamentales que cogen a nuestros campesinos por aquellas demandas tal vez justas, y los lanzan como punta de lanza para ser maltratados y encarcelados”.
El prelado exhortó a las “organizaciones no gubernamentales, a organizaciones que tienen salarios y que manipulan a nuestros campesinos, que no los estén echando a morir, porque irresponsablemente están manipulando a nuestros campesinos y después los abandonan”.
Si la agenda MRS contra el Canal ha sido expuesta públicamente, deberían dar argumentos sólidos que convenzan sobre esa sorprendente metamorfosis de ser ahora la Madre Teresa de Calcuta rural, pues es bien sabido que parte de esa dirigencia, la visible, no ha ocultado su subordinación al micro partido, aunque digan hacerlo a “título personal”.
Salir con que el alto jerarca de la Iglesia Católica “asume que los líderes campesinos son tontos, que no tienen raciocinio” y, “que monseñor subestima a esos líderes”, es otra descarada manipulación que surte de la misma fuente de la amargura.
Es, de nuevo, lanzar a alguna gente en contra del líder religioso que los ha llamado, “fíjense ustedes ‘tontos’, ‘sin capacidad de pensar’, mientras para nosotros, el MRS, ustedes ‘los campesinos son personas inteligentes, con liderazgo, credibilidad y criterio propio para tomar sus decisiones’. Si estos curas los desprecian, los del MRS nos ‘enorgullecemos de contar con un liderazgo campesino sumamente calificado, con una gran visión y capacidad’”.
¿Desde cuándo los campesinos tienen necesidad de que elementos urbanos de la clase media alta, exministros, exmagistrados, exjefes militares y ex altos funcionarios que nunca abrieron la boca en los 80 para que al pequeño productor no le decomisaran el cuartillo de maíz o el salveque de frijolitos, lleguen ahora a halagarlos de que son “los chavalos” de la película?
La manipulación no se inventó para engañar a los estúpidos. El Presidente electo de Estados Unidos evidenció que los grandes periódicos y cadenas de televisión en su intento de moldear la opinión ciudadana, de acuerdo a sus intereses, en vez de informar lo exhibieron poco menos que un alienígena dispuesto a devorar el país. La candidata adversaria, con semejante alineación mediática, se agenció el voto popular. Y nadie está hablando de que el pueblo estadounidense es “tonto”.
Cortar y dosificar información, distorsionar las circunstancias, falsificar los hechos, adulterar la verdad para establecer su apócrifa y desesperada narrativa, atrofia la percepción de la realidad de cualquier ciudadano, sea o no instruido. ¿Cuántos intelectuales, artistas y académicos de Estados Unidos no se formaron una terrible imagen de Nicaragua, exactamente la que se encargó de construirles en su cabeza Ronald Reagan, con la oficiosa orquestación mediática a su favor?
La Enciclopedia de la Política de Rodrigo Borja, al definir la manipulación, no habla por ningún lado de tontos acarreados con un fin expreso, pero sí de la perversidad sin límite de sus ejecutores:
“Con frecuencia la manipulación política pretende movilizar la angustia, la esperanza, el miedo, la frustración, el complejo de inferioridad, la agresividad, el patriotismo, el odio de clases, la religiosidad y cualesquiera otras pasiones y emociones para inducir a la gente a adoptar la conducta deseada. Hace amar u odiar a determinadas personas e ideas. Conduce a la gente a combatir en defensa de los intereses del manipulador”.
La organización denunciada aglutina desde 1996, en elecciones y encuestas, al 0.2% de la población. En efecto, en 1995 se “fundó” sobre la popularidad ajena –y ocupando un poder del Estado– con 32 diputados que abandonaron al FSLN. Los sandinistas se redujeron entonces a siete legisladores. El MRS no nació del seno del pueblo, de ahí que tal artificio tampoco sea de consumo masivo.
Los 32 se aliaron con partículas de la Unión Nacional Opositora, UNO, para confeccionar una reforma constitucional a su medida, salir de yernos indeseables y dinamitar la institucionalidad de la República en su parte más emblemática: el Consejo Supremo Electoral, a la sazón presidido por Mariano Fiallos (q.e.p.d.).
“El Dr. Fiallos predijo que este cambio politizaría el aparato electoral y renunció a su cargo en protesta” (Historia de Nicaragua. IHNCA, 2012, p. 349).
Los que hicieron las cuentas de la lechera, establecieron que las magistraturas y autoridades regionales y locales del CSE debían ser escogidas de listados propuestos por los partidos políticos, es decir, ellos y sus aliados, creyendo que iban a “barrer” en los comicios.
Sin embargo, no contaron que el liberal constitucionalista, doctor Arnoldo Alemán, ganaría las elecciones hace 20 años. Entonces se quedaron sin Beatriz y sin retrato, pero con un rencor tan vivo como el de Pedro Páramo que atacan por igual al Canal, a los empresarios, a los obispos que no bendicen sus manipulaciones, a los programas socioeconómicos, al PLC, al Ejército, al banco que les cobra, a la Policía, a las altas proyecciones de la economía pronosticados por la Cepal y el FMI, y para variar, y acabar con todo, celebran la Nica Act.
El FSLN en el 96 recuperó sus escaños en el Parlamento y como corresponde en toda democracia, debió establecer un diálogo con el PLC. Las dos instituciones estrenaron las nuevas reglas del juego que establecieron el MRS y Cía.
Si la mala puntería en la Historia es fatal, cómo serán esos tiros que salen por la culata.
mem/es
Fuente: La Voz del Sandinismo