El Doctor Paul Oquist, secretario privado para políticas nacionales, presentó al cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, la posición de Nicaragua que fue dada a conocer ante la COP21, que se realizó en diciembre de 2015 en París.
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Nicaragua manifestó la vulnerabilidad de Centroamérica frente al cambio climático y reiteró la obligatoriedad de indemnización por la parte de los países desarrollados a los países que están sufriendo pérdidas y daños ocasionados por el cambio climático.
Oquist manifestó que el actual Acuerdo de París presenta problemas en lo que se refiere a resultados, metodología, procesos y consecuencias establecidas sobre las variaciones del clima.
Explicó que esperar al 2025 ó 2030 es demasiado tarde para realizar acciones para mitigar los efectos del cambio climático, entre los que destacó el aumento de la temperatura, impactos en la seguridad alimentaria y la salud.
Expuso que Nicaragua realiza acciones concretas, como el cambio de la matriz energética hacia fuentes renovables y ha adoptado compromisos para capturar carbono por medio de proyectos de reforestación.
También hizo énfasis en que las emisiones deben reducirse ahora y aseguró que el deterioro del clima puede comprometer el desarrollo de los países.
El ministro reiteró la posición de Nicaragua ante las Naciones Unidas y la COP21 que apunta a que los países que no son culpables del cambio climático tienden derecho a pedir y recibir indemnizaciones de parte de los países que tienen responsabilidades debido a sus altas emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al aumento de la temperatura y el cambio climático.
Explicó que «la causa principal del calentamiento global es un modelo insostenible de producción, consumo, finanzas y de estilo de vida. Se basa en la acumulación del capital sin límite, sin fin y sin sentido en un planeta con recursos limitados degradados y también en la concentración de la riqueza y el ingreso que se producen en mercados sin políticas y regulaciones redistributivas eficaces».
En ese sentido, recordó que el presidente Daniel Ortega Saavedra en su mensaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas del 01 de octubre de 2015, «propuso la indemnización de los países que sufren los efectos del cambio climático sin haberlos causado por los países que han causado el fenómeno de forma proporcional a sus responsabilidades históricas».
«Esta propuesta permite la determinación científica de la oferta y la demanda y es objetiva, medible, cuantificable, verificable y transparente», dijo Oquist.
El ministro planteó que «las dos acciones con el mayor impacto para salvar la situación son aumento de la energía renovable y la reforestación masiva, así como la recuperación de tierras degradadas y la desforestación evitada. La forma más rápida para desbloquear estas acciones es proporcionar la financiación para los proyectos del caso».
«Nosotros luchamos para que haya más ambición por parte de los grandes países emisores, luchamos para que haya indemnizaciones para los países que año con año están sufriendo los daños y perdidas de los resultados del cambio climático», afirmó Oquist.
Indicó que Nicaragua asistirá a todos los foros y expondrá su posición. «Vamos a ver donde estamos en el tiempo porque para nosotros esto es una cuestión de supervivencia de nuestros países y no podemos doblegarnos en esa lucha, tenemos que seguir adelante con ahínco», concluyó.
Posición de Nicaragua es sólida
El Embajador de Venezuela, Javier Arrúe, dijo que con respecto a la Madre Tierra la posición de Nicaragua es clara.
«No acepta palabras, no acepta pronunciamientos que realmente no tengan un fundamento operativo y que se pueda hacerle seguimiento. Creo que el Acuerdo de París es más bonito para la foto que en realidad cambie toda la direccionalidad de lo que es la contaminación, todo el deterioro ambiental, el aumento de la temperatura, el cambio climático. Más que soluciones son puras intenciones, pero nada que pueda obligar a los grandes emisores, a los grandes contaminantes a reponer a la naturaleza todo el daño que le han hecho», expresó.
Indicó que las acciones deben ser inmediatas. «El problema del cambio climático no es de ahorita, ni mucho menos del 2020, esto nos viene desde el comienzo de la etapa industrial, llevamos casi dos siglos destruyendo la naturaleza y ahora es que estamos considerando que a lo mejor es que ahora comienza el problema. Teníamos que haber tomado medidas hace dos siglos», agregó.
El embajador consideró que Nicaragua es un ejemplo. «Es una bandera que Nicaragua no debe abandonar. Aunque ahora esté muy sola Nicaragua, creo que esa es la verdadera línea de comportamiento que todos los países del mundo debemos llevar».
Por su parte, Socorro Gross, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), reiteró que el cambio climático es uno de los problemas que la OPS ha abordado desde el punto de vista de adaptación y de las enfermedades emergentes (Chikungunya y el Zika) como re emergentes que se han tenido.
«El cambio climático para nosotros es fundamental, es uno de los determinantes de la salud de las personas por el hecho de que los cambios de clima producen afectación en los vectores y en las enfermedades que hemos tenido en la región», explicó.
Fuente: El 19 digital
Nicaragua presenta su posición sobre el Acuerdo de París al cuerpo diplomático